No te quise despertar

Aún recordaba la primera vez que dormí con alguien, pensé que sería cosa fácil y que así como lo muestran las películas podría hacerlo, pero eso no fue así. 

Uno cree que es cuestión de práctica el poder disfrutar esa experiencia, sin embargo no es así, todo empieza desde la química por la que terminas en ese lugar. Hay personas con las que simplemente no. 

No te quise despertarte mientras dormías, era lo que pensaba mientras caminaba al rededor de cama y buscaba la manera de regresar a casa.

Y por más que trataba de entender como fue que llegue ahí, como era posible que el celular no tuviera batería y cómo tú podías estar dormido mientras yo daba vueltas como león enjaulado ¿acaso no sentías la presencia?

A la vez cuestionaba todo lo que había pasado durante la noche, mientras dormías, cuantas veces quise despertarte y no lo hice, ahí comprendí que hasta para dormir debe de haber química y que no con cualquiera puedes estar.

No te quise despertar, sin embargo te diste cuenta cuando me fui al sofá y no hiciste nada para detenerme. 

No te quise despertar mientras tu serie no me dejaba dormir y tú roncabas.

No te quise despertar, aún cuando lo que más quería era irme a mi casa. 

No te quise despertar, incluso cuando escribí la nota de agradecimiento y salí de tu departamento. 

No te quise despertar, apesar de la atracción sabía que esto no volvería a pasar. 

No te quise despertar, por qué entendí que la cama se comparte con la gente que realmente te quiere ahí.