¡No señor!

¡No señor! Es lo último que mencionó ella en su plática intensa con él; no entendía si ella era la complicada o él, lo único que comprendía es que algo estaba mal tanto en su comunicación como en la relación.


¡No señor! Usted no vino a verla, vino a cogerla con singular entusiasmo que la dejara sin habla y sin respiración por varios días, eso tampoco paso por que decidió no verla si no trabajar y además ponerle condiciones como el que dejara de hacer su vida para que lo viera a la hora a la usted más le conviniera.

¡No señor! Por no doblar las manos y creer que tenía la razón se perdió de la mejor compañía, ella estaba dispuesta a enloquecerlo si era necesario; sin embargo usted decidió ponerse en la peor posición en la que se puede poner un hombre de 40 años donde la dejaba mal a ella.

¡No señor! No entendió que hombres para ella sobran y que usted era uno a los que quería tener por sobre algunos, desperdició esa oportunidad cuando no quiso entender cual era la situación de ella y hoy se encuentra con su peor opinión de viaje.

Que le quede claro que ELLA es libre, tan libre como el viento la deja estar, tan libre que no la volverá a ver por que está dispuesta a hacer su vida en otro lugar donde no tenga que saber más de usted.

¡No señor! Ella no lo va a extrañar ni un segundo de su vida, por que usted se encargo de que así fuera.

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