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Mostrando las entradas de 2020

Ni puta, ni santa

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   Vivimos en una era en la que comenzamos a experimentar sexualmente tanto en pareja como en soledad, donde nos acostumbramos a sentir y a entender lo que nuestro cuerpo quiere sin necesidad de estar con una sola pareja.  Donde la palabra "puta" esta tan desvirtuada que no sabes si es un alago o te están recriminado tus parejas sexuales.  Si hablas  con mujeres de diferentes edades todas te dirán que el darle vuelo a la hilacha les ha ayudado a conocerse y saber qué es lo que le gusta, jamás se sienten ofendidas por haber estado con muchos y en general todas dicen "han sido pocos" .  Sin embargo, vivimos en una sociedad que te juzga con la mirada y con palabras por hacerlo, pero si no lo haces eres una mojigata apretada que se reprime sexualmente.  Dónde los hombres pueden tener miles de parejas sexuales y saberlo hacer, saber que les gusta a las mujeres y volverte loca cuando lo hacen, pero las mujeres tienen que reprimir desde el deseo para que no la juzguen de

A pesar de la distancia

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A pesar de la distancia quiero apostarle al amor, aquel que no se dio en su momento y que sin temer toco a la puerta y nos hizo darnos cuenta de lo que éramos y valorarnos. Aquel amor que tanto se añora, lleno de amor y respeto como el que todos merecemos, sin importar en qué parte nos encontremos. Ese amor que muy pocos llegan a sentir y a tener el privilegio, pero que muchos buscan sin parar; del que todos nos merecemos sin importar cuanto miles de kilómetros de distancia estemos el uno del otro Pero sobre todo, quiero sentirme amada de ese que sabes que es correspondido, el que te entiende a pesar del silencio y que comprende cada lágrima que llegas a derramar. Quiero que apostar por ti como apuesto yo por ti, quiero lograr esa unión de confidencialidad pero sobre todo quiero que un día nos volvamos a encontrar para lograr estar juntos como nos lo merecemos.

Merecemos nuestra historia de amor

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Nací en un mundo en el que todo era color de rosa, Disney dominaba los domingos en la casa y la Cenicienta era mi cuento favorito tanto que me sentaba en los escalones de casa de mi tía y le contaba y cantaba toda la peli;  jodidamente creí a ciegas que el Principe Azul existía y que algún día llegaría a mi vida.  Hay momentos en la vida en los que crees estar rotundamente mal o tener mil cosas malas para no poder tener a alguien a tu lado que te quiera, hablas con la gente y por más que te dicen que eres buena persona y vales la pena no te lo crees por que al parecer nada de las cosas que son buenas en ti serán suficientes para los demás.  Veo a mi al rededor y hay miles luchando por mantener a alguien al lado, dispuestas a soportar humillaciones con tal de poder vivir esa historia de amor ¿acaso es necesario permitirlo para poder estar alguien?  Todos, hombres y mujeres, merecemos nuestra historia de amor pero no esa la que nos vendió Disney de que todo era miel sob