El desayuno perfecto

Hoy como todas las mañanas me pregunte que desayuno, recordé que anoche la cocina olía muy rico a quesadillas y dije pues me haré una; sólo había un pedazo mediocre de queso así que me puse a rayarlo para que me rindiera bien para mi quesadilla y exactamente me salieron dos.

Estaba muy contenta por que iba a desayunar muy rico, cual va siendo mi sorpresa cuando guardo las tortillas me encuentro 2 con unos hongos ¡a todo dar! y yo ¡¡¡no puede ser!!! casi muero de la impresión, así que me puse a oler las quesadillas y a revisarlas y todo estaba muy bien.

Así que saque mi café del micro, lo preparé, puse las quesadillas en un plato, me acerque a la mesa y orale a empacarle aunque primero las revisó Irenita (la niña que hace el aseo en mi casa) y me dijo que no me preocupará que estaban bien.

¡Oh sorpresa! sabían del diablo las 2 así que se fueron directitas a la basura y yo ¡sin desayuno!, entonces me dije pues llegó por unas gordas antes de ir a trabajar cual va siendo mi sorpresa que el carro no estaba así que ni a trabajar podía ir.

Mientras esperaba el carro y el tiempo pasaba y me saboreaba mis gordas, el desayuno se convirtió en un pobre pan tostado con mantequilla y ahora me duele el estómago.

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