Ser amigos...

¿Alguna vez les ha pasado que desean tanto una amistad que cuando se las ofrecen realmente no la quieren de esa persona? Puede ser por algún tipo de conflicto o interés personal hacia ellos, pero simplemente no hay el click para ser amigos.


Aún recuerdo cuando una de mis amigas dijo "una amistad es como un vaso de agua, no se le niega a nadie"; que equivocada esta, uno no puede ir por la vida creyendo que toda la gente merece ser tu amigo o que serán leales a ti, seguramente ellos mismos serán los que te nieguen el vaso de agua. 

No por que te sonrían se arreglan las cosas y no por que te traten "bien" serán tus amigos. 

Y es que las amistades no se piden, se construyen sin importar lo que haya pasado, día con día (no sólo cuando tú quieres si no cuando ambos). Ahora, te has preguntado ¿cuantas veces has pedido amistad y solo lo/a buscas cuando te conviene?

Por que no te puedes quejar de lo mala que es la persona contigo, cuando seguramente tú también lo has sido con ellos; o te has preguntado ¿cuantas veces le quedaste mal? Para que en este momento ellos/as no quieran verte o pongan mil pretextos. 

Y sin embargo seguimos ahí rogando amistad, poco conveniente para el alma; todos cambiamos y llega momentos en los que ya no embonamos con la gente, tal vez hace 10 años eran los mejores amigos y hoy ni siquiera se digan hola. 

Ser amigos después de pasar algo entre ustedes debería de estar prohibido sobre todo si te pones a babear o desear a sus amistades. 

Ser amigos cuando eres adulto podría ser el mejor regalo que te pueda pasar en la vida, pero también el dolor más fuerte que puedas tener con las decepciones que traen algunos.

Ser amigos implica entender que no todos los días nos veremos ni nos hablaremos, pero estaremos en los momentos difíciles y seremos felices con nuestras alegrías. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Quiero escribir una historia contigo

Quiero despertar contigo

Un amor bonito