6 años y contando

Cuando era estudiante siempre dije "Nunca seré maestra, tener una alumna como yo que horror"; tres o cuatro años después de que me gradué me hablaron del TecMilenio para que les enviará mi curriculum y justo en eso estaba en una transición laborar así que sin dudarla ni temerla lo envié, al final era experiencia y ver si realmente se me daba ser maestra. 


Así llegue con tan solo una clase frente a grupo de 9 de la mañana a 10:30, martes y jueves; desde el primer día de clases pague todo lo que hice; así que cada vez que los de atrás hablan y no prestan atención créame es karma. 

Todo parecía indicar que se me quitarían las ganas en el instante de ser maestra, pero me di cuenta de que tan importante era la figura del maestro frente a un grupo, cuanto importaba tu conocimiento del tema, tu experiencia laboral pero sobre todo tu experiencia de vida para poderlos apoyar en lo que necesitaran siempre y cuando estuviera en tus manos; se terminó el semestre y pregunte si me podían dar clases en prepa también más las de universidad. 

Cuando me dijeron "que bueno que viniste, tenemos literatura disponible ¿la puedes dar?" inmediatamente dije que sí y entre en pánico por qué es una generación que no lee ni le interesa. Fue la mejor experiencia haberlos enseñado a leer, guiarlos en lo maravilloso que es oler un libro, imaginar lugares y situaciones ficticias; pero lo mejor fue encontrar amigos más chicos que yo, que se encontraban sentados en un pupitre y terminaron siendo mis mejores amigos (no saben cuanto he aprendido de ustedes). 

Un día estaba en mi casa arreglándome para ir a clases cuando me llego un mensaje que decía ¿ya llegaste a la escuela? y yo todavía no pero los veo en tantos minutos, cuando llegue la sorpresa fue que me invitarán a su graduación, no saben lo que significa para un maestro el haber tocado mente y corazón de sus alumnos para que se acuerden de ellos al momento de invitarlos a la mesa de los maestros en su fiesta de graduación (fue mi mejor regalo como maestra). 


Un día deje de dar clases ahí y cambie de universidad a la UTD, en una carrera nueva "Desarrollo de Negocios en el Área de Mercadotecnia", donde conocí diversos alumnos todos con aspiraciones y metas diferentes, unos con ganas de conocer y viajar, otros muy trabajadores y algunos hasta padres. Hoy ya son ingenieros y estoy muy orgullosa de ellos que hayan terminando y estén haciendo lo que más les gusta. 

Así conocí a los más aventados, los que dejan todo y se van de mochilazo por el mundo, a los que todos podrían decir ¡qué locos, cómo se atreven! pero yo les digo "Felicidades por atreverse, por que habemos unos que ni a la esquina salimos". 

En estos 6 años he visto pasar a muchos por el salón de clases, sinceramente de muchos no recuerdo el nombre no por mala persona si no por la cantidad exagerada de alumnos que he tenido, unos se esforzaron por que fuéramos amigos y que nos viéramos en un café para platicarme sus cosas o para contarme qué querían estudiar, a dónde querían viajar, o sólo para sacarme una carcajada discreta de las que me gusta hacer. GRACIAS A TODOS USTEDES.

Hoy es mi primer día del maestro que no lo trabajo en 6 años, hoy no saben lo feliz que me hicieron sus mensajes agradeciendo mi tiempo y mis enseñanzas, no saben lo que significan para mi cuando hay días en las que me las he visto negras con alumnos retantes y groseros, cuando se quitan las ganas de enseñar por los comentarios hirientes; hoy ustedes cambiaron mi perspectiva y se los agradezco desde el alma. 

No saben lo difícil que es que te den una clase que no dominas, una clase en inglés cuando no lo dominas y aún así prepararla y pararte enfrente de alguien que sumariamente sabe más que tú todas las mañanas. 

Se que me falta mucho por aprender, mucho por dar, mucho por enseñar; soy lo que soy por mis alumnos, por que seis años se sienten como si fuera uno.

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