Gracias es lo que deberías de dar.


Gracias es lo que deberías de dar, fue lo que pensó Sofía mientras se bañaba para quitarse el olor al hombre con el que había estado; sin importar que es lo que pasará al día siguiente o si alguien se diera cuenta siempre pensaba en ella.

Ella sin nombre por que así lo prefería, no sabía que era lo que le pasaba a su esposo, lo único que entendía es que todo había cambiado desde hace muchos meses; presentía que él no la buscaba más en la cama ni en todo el día por que había alguien más.

Sofía no recuerda cuando fue que se dejo enroscar por el encanto de alguien mayor a ella, le encantaba la forma en la él la veía, los mensajes que le enviaba diciéndole "Que bonita te ves en esa foto"; así empezó la historia con Jorge cuando sus mensajes se volvieron seguidos y con palabras de que bonita/hermosa.


Nunca se pregunto si el hombre en cuestión estaría casado, algo dentro de su ser sabía que la probabilidad era absoluta por la edad que este tenía, además de las fotos con los hijos; pero también existe la posibilidad de ser divorciado así que ella no espero ni una ni la otra solo dejo que las cosas fluyeran.

Sofía sin darse cuenta estaba tan adentro de una situación de infidelidad que jamás hubiera pensado que le pasaría, a ella no la educaron para ser la otra sin embargo lo era y se le daba muy bien el rol, no era conflictiva ni la hacia de emoción por que él no podía estar con ella.

Incluso había días en los que se pregunta si después de tener sexo con ella, llegaba a su casa y se acostaba con su esposa; otros días se preguntaba si a la señora le daba asco y agradecía por no era ella la que tenía que abrir las piernas y fingir un orgasmo.

Gracias es lo que me deberías de dar, pensó Sofía, por que soy yo la que cansa a tu marido todos los días, pero sobre todo por que ahora soy yo la que finge un orgasmo cuando está con él.

Gracias me deberías de dar por que te deshiciste de la bola de manteca que se acuesta a tu lado todos los días, tratando de hacerte algo o de no hacerlo por que según él no te le antojas; en tus entrañas lo prefieres.

Gracias me deberías de dar, dijo Sofía, cuando te diste cuenta que había alguien más jugando con él, por que te evité que lo siguieras haciendo por obligación. 

No soy yo la que te destruyo el matrimonio, cuando yo llegue la vida de tu marido era un caos e imagino que la tuya también; no me enorgullezco de haberlo hecho, sin embargo lo volvería a hacer. 

Tal vez cada vez que me ves en la calle me reconoces, te tuerces del coraje y piensas que soy la "Golfa/puta que se acuesta con tu marido", tal vez si lo soy depende de la perspectiva que lo veas, por que hoy te lo regreso te puedo decir "Gracias, por tratar de recuperarlo necesitaba quitármelo de encima" 

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