Ahí estaba ella
Ahí estaba ella, tranquila en su cama mientras recibía los mensajes de un viejo conocido; ese el que durante un tiempo no tan lejano había encendido todas las pasiones que nadie lo había logrado antes.
Fue así cuando se dio cuenta que no recordaba el momento en el que empezaron a tener sexo como dos adolescentes descontrolados, ella aceptaba que lo usaba de vez en cuando o casi siempre para satisfacer su necesidad sin importarle cuan egoísta pudiera ser.
Ahí estaba ella con las piernas apretadas mientras cambiaba la conversación abruptamente con un "para variar otra vez te voy a usar", sabiendo que normalmente la respuesta es favorable y que no necesitan tomarse un café para pretender sorpresa cuando terminen en la cama.
Ahí estaba ella, pretendiendo que era el único que la inspiraba en el momento y procurando no parecer tan fácil mientras hablaba con otro; viendo la forma de terminar en la cama con alguno de los dos.
Mientras hablaba con uno y con el otro ahí estaba apretando las piernas imaginando cómo se sentiría tenerlo en medio de ella.
Así estaba esperando que hoy no se quedara prendida y alborotada, sola en su cama como lo hacía día tras día.
Ahí estaba ella sin creer en el amor pero esperando que el sexo logrará satisfacer la única necesidad que tenía.
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