Entre la Soledad y Tinder vol. 4

Sinceramente es un tema del que me gusta hablar, me da mucha tela pa' cortar por todas las situaciones en las que me he visto inmersa y por todo lo que ha pasado a mi al rededor desde que abrí esta aplicación que constantemente desaparece de mi celular pero luego me siento incompleta. 

¿Les ha pasado que en todo el día no suena sus mensajes? A mí si, hay días que si no fuera por el Tinder no tendría con quien hablar y creanme tengo una fuerte necesidad de expresarme, hablo hasta por los codos. 

Y es que conforme han pasado los días, al parecer como si fuera broma desde que empece a escribir del tema, en el radio han mencionado estadísticas así como gente que ha iniciado a tener relaciones por medio de su match. 

Una de las estadísticas que más me ha llamado la atención es: "Sólo el 17% de las personas que hacen match tienen una relación la cual dura no más de un mes". 

Después del dato cultural, les narraré una pequeña historia la cual titularé: 

Match de hermanos 

No fue hace mucho pero no diré hace cuanto convencí a una de mis amigas de que abriera su Tinder y viviera la vida loca (a ella le agradecemos el nombre de catálogo de Avon pero de hombres), así fue como ella hace match con un chavo con una banda de música y al mismo tiempo yo hago match con un chef. 

Yo a él en mi vida lo había visto, ella a él si y a su vez le generaba cierta emoción por que ya en algún momento de su vida había sentido cierta atracción hacia él; así transcurrió toda la semana platicando con ambos.

El Chef me dice "que te parece si mañana vamos a escuchar y bailar salsa, va a tocar mi hermano" respondí que si sin problema alguno, mi pensamiento fue "hace mucho que no hago algo diferente" (mi diosa interior brincaba por una cita diferente con alguien agradable y a simple vista bien). 

Ese mismo día mi amiga me mando mensaje y me pidió que la acompañara a su cita por que la acaba de invitar el músico a que lo escuchara y viera tocar, yo dije que si (la verdad había olvidado la cita con el chef) y le pregunte "¿a donde iremos?" y me dijo a donde tocan salsa, me reí hasta que me cansé y le conté.

Resulta que el chef y el músico son hermanos. 

Al día siguiente nos arreglamos y nos fuimos a bailar como si no hubiera un mañana y a disfrutar sin problemas; el chef nunca llego con el pretexto de que se tenía que regresar a la ciudad donde tiene su restaurante no sin antes agregar mensajes como "es que entiende si voy no solo iré a verte pasará algo más". 

El músico dejó de plancha a mi amiga en la siguiente cita, medio insiste pero es intermitente así que mi amiga no lo acepto en ninguna de sus redes sociales por que no tiene caso ver a alguien que no tiene mucho interés. 

Al chef ni lo conocí ni lo vi, la última vez me dijo que cuando iba que era bienvenida. 

Lo chistoso de la historia es que sin pensarlo terminamos saliendo con los hermanos por una aplicación y en tiempo no paso del mes, se cumple la estadística.