Malas decisiones

Dicen que cuando estas en tus 20's años es el momento de equivocarte, de experimentar y aprender de cada uno de tus errores sobre todo cuando de emprender un negocio se trata. Muchos de nosotros procuramos seguir los consejos de los mayores o de los mismos que tienen negocio para no equivocarte, sin embargo nunca sabes cuando se va a presentar alguien mas vivo que tu. 

El principal error que puedes cometer es cuando no tienes nada firmado por tu cliente (dependiendo del giro del negocio), en este caso vamos a llamarle un contrato o un pagaré, ya que tu crees que la gente es como tú "educada, honesta, cumplidora" y donde va siendo el caso que no es así. 

De este error es del que mas he aprendido por que deje pasar el tiempo y trabajaba muy a gusto con el, pagos a tiempo, buenos tratos, ¡vaya! Hasta mensajes de buen día había fomentando cierto tipo de amistad. 

Un día decidió que ya no me iba a pagar y que dejara de trabajar por mientras conseguía mi dinero, acepte solo era un mes y era para que no se acumulara la deuda; es casi un año y este no ha llegado. 

Siendo sinceros lo tomo como una gran experiencia ni siquiera me enoja, aprendí mucho, sobre todo,  siempre hacer contratos no importa si es tu amigo, familia o conocido; todos los que queremos emprender o ser freelance trabajamos arduo y cada peso vale lo que se cobra, sería bueno que no se abusara de esto. 

Tal vez muchos de nosotros cobramos mucho o se les hace demasiado, señores estudiamos y contamos con la experiencia para hacer que su negocio prosperé; la mayoría de nosotros tenemos una licenciatura o hasta maestría, crean tal vez parecemos una piedra en el zapato cada vez que cobramos pero nosotros lo que más queremos es que su negocio despegue, se posicione en la mente del consumidor y aumenten sus ventas por que si a ustedes les va bien a nosotros también. 

Hoy tengo 30 años, he gastado más de lo que se me debe cobrando, pero he ganado más en experiencia y conocimiento ¡eso no tiene precio!, hoy se que a nadie le vuelvo a trabajar sin contrato y que las palabras se las lleva el viento.