Entre la soledad y Tinder (vol. 3)

No todo es miel sobre hojuelas y no siempre cuando conoces a alguien será lo mejor que te pudo pasar en la vida, incluso llegas a perder todos las buenas intensiones de pasarla bien con alguien, por que te sientes "asqueado". 


Hoy dedicaré la entrada a todas las historias turbias o malas que han pasado los usuarios de Tinder, iré del menos a lo peor; agradezco a todas las personas que tuvieron la confianza de contarme sus historias de terror.

"El intenso" 

Un día hice match con un hombre encantador, quería verlo pero siempre había algo que lo impedía,  por que hablábamos durante horas por Whatsapp, ya que siendo sinceros el chat de Tinder es horrible como medio de comunicación. 

No habían pasado ni 3 días cuando por fin ya habíamos acordado de vernos en un café tradicional de la ciudad, donde hasta cierta forma uno tiene cierta seguridad de que si pasa algo mucha gente verá y tendrás testigos (piensa mal y acertarás). 

Por cuestiones familiares no pude ir y tuve que salir de la ciudad, a lo que le dije que eso pasaría que me disculpara, le comenté a donde iría. 

Nunca imagine que él llegaría al pueblo y que me lo encontraría en la plaza caminando, me escondí entre la multitud, no dejaba de mandarme mensajes; no sólo pensé "que intenso" si no "QUE MIEDO". 

Lo bloquee de todos lados y jamás volví a saber de él. 


"El foraneo" 

Un día como cualquier otro entre a Tinder y vi un chavo muy guapo, jamás lo había visto en la ciudad pero pues quien sabe puede ser de esos que se te escondieron toda la vida, así que sin dudarla ni temerla di like, hice match y me empezó a enviar mensajes; después de como media hora hablando de qué hacia en mi ciudad me invitó un café o lo que yo quisiera. 

Me subí al carro y pase a su hotel, se subió así como si nunca hubiera hablado conmigo, bastante seriedad, abrió la boca y su tono de voz fue espantoso. No todo podía ser perfecto, en ese momento empezó a insistir que mejor fuéramos por una cerveza, que no tenía caso un café, me aferré a ir al café. 

Cuando por fin llegamos al café (el camino se me hizo eterno con todo y que está a unas cuadras), ya iba muy confianzudo y de repente empezó a invadir mi espacio vital sin importarle el que yo me movía el se me encimaba y me seguía preguntado si no quería ir mejor por algo más fuerte de tomar a lo cual solo sonreía y reía nerviosa diciendo que tenía que regresar a trabajar que no podía. 

De repente voltee y el estaba ya encima de mi con la boca medio abierta y sus ojos cerrados sosteniendo mi cabeza con fuerza para besarme; para tener más de 30 años besaba como si tuviera 13 horrible y asqueroso. Así decidí que era mejor abandonar la cita y regresarlo al hotel. 

Todo el camino insistió en que me bajara y entrara a su habitación, que no iba a pasar nada, seguía besándome y yo me lo soltaba; así fue hasta llegar a hotel, no había poder humano que lo hiciera bajar de mi automóvil, seguía con la misma propuesta y tratándome de besar, me empezó a jalar el brazo para que lo tocara y yo me lo quitaba de encima le pedía que por favor se bajara de mil y un maneras diferentes, hasta que ya no pude con él y empece a gritarle que ya, logro hacerme sentir como basura. 

Por fin se bajo del auto y salí huyendo, lo bloquee de todos lados y lo reporte en la aplicación. 

NOTA: todas las historias están basadas en la encuesta que amablemente respondieron, gracias. 

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